¿Qué es eso de las novedades parsimoniosas?

 Es hora de asumirlo. Feliciana es una mujer parsimoniosa. Es alguien que se levanta cada día dos horas y media antes de entrar a trabajar, hace sus ejercicios, desayuna plácidamente y llega al trabajo dando un paseo... a veces con el tiempo justo. Es alguien que se pasa media hora sólo pensando qué escribirá a un amigo por su cumpleaños... porque le gustan sus amigos, le gustan los cumpleaños y le gustan las cosas bien hechas. Es alguien capaz de invertir toda una mañana en arreglar sus plantas, preparar la comida y poco más... de lo llamado "de provecho".

¿Iba alguien así a convertir la música, que es su pasión, en un deber?¿A imponerse listas interminables de libros por leer, de discos por escuchar, de películas por ver...?¿A sacrificar una bonita mañana de sábado en la cama para bucear en la red, ir corriendo a comprar unas entradas antes de que se agoten o a meterse en tal o cual museo (seguramente abarrotado) antes de que clausuren la exposición? Aunque parezca una locura, sí. Porque hace años regía Desesperación Fernández.

Desesperación es una señora a la que conoceremos mejor más adelante. Por ahora nos vale con saber que es muy amiga de las listas. De las agendas cargadas de compromisos: De no perderse nunca nada y estar al cabo de todo. De ejecutar tareas con precisión milimétrica en las que no cabe ni medio milímetro de azar. De imponerse (y por consiguiente imponer, para disgusto de Feliciana) hasta en lo que no entiende de imposiciones: los pequeños y grandes placeres de la vida.

Poco a poco, por fortuna, Feliciana ha ido ganando terreno. Empezó con la literatura, primer placer del que Feliciana tiene recuerdo. Luego, con el cine. Más tarde, con la música. Y, poco a poco, con el teatro y la danza, las buenas exposiciones y otros placeres estéticos. Feliciana sabe que en ese proceso se ha perdido alguna buena muestra de pintura. Dos o tres estrenos de los excelentes teatros y del puñado de festivales que se celebran en su ciudad, que es Bilbao. Y miles de las incontables novedades editoriales y discográficas que inundan el mercado a diario... y que, por mucho que se empeñe Desesperación, nadie es capaz de consumir ¡Y mucho menos digerir! Bueno, quizás él sí:

Pero Feliciana, que no es máquina sino persona, sabe que siempre hay una segunda oportunidad para lo bueno. Y que su pequeña gran conquista le ha permitido descubrir, apreciar y no dejar pasar los maravillosos mundos de Belle & Sebastian... de Michel Gondry... de Hundertwasser... de Antonia Font... de Daniel Clowes... de Jacobo Fernández... de Juan Muñoz... de Jean Pierre Jeunet... de Molly Nilsson...de José González... de Itoiz... de Chema Madoz... de First Aid Kit... de Mia Couto... de Kings of Convenience... de Miguelanxo Prado... de David Hare... de Mercedes Peón... y de tantos y tantos otros a los que está infinitamente agradecida. Y poco a poco, despacito y buena letra (no se vaya a colar Desesperación) les irá dando las gracias por aquí.

PD: Feliciana va a empezar dando las gracias a Buzz Andersen, cuya estupenda foto ilustra este post. Nice photo, thanks for sharing, Buzz!