Víctor es albañil y vive en el pequeño pueblo de Villapaz, en el municipio de Jamundí, en el departamento colombiano del Valle del Cauca. Villapaz queda cerca de la ciudad de Cali, una de las más pobladas del país, pero parece ser una comunidad poco conocida, perdida entre plantaciones de caña, que Víctor ha puesto en el mapa gracias a su gran pasión: la dirección, montaje y realización de películas.
Victor tiene apenas 30 años pero acumula una filmografía que asciende a 39 títulos (a estas alturas quizás alguno más, calcula Feliciana) entre cortos y largos, proyectos experimentales, documentales, películas de acción, de terror y del que parece ser su género favorito: el drama. Todas ellas las realiza con la ayuda de sus convecinos, que ejercen de actores, extras, asistentes de sonido... y empleando en cada momento los medios a su alcance.
Su primera película la grabó gracias a un sencillo teléfono con cámara, rechazado por obsoleto en algún lugar más próspero. Luego llegó una cámara digital compacta y, más adelante, una cámara de vídeo de mano y una de fotos profesional. Y junto a esta evolución tecnológica, la técnica: iluminación, montaje, maquillaje, efectos especiales... Todo en las películas de Víctor está hecho con medios artesanales y conocimientos basados en la práctica.
Su primera película la grabó gracias a un sencillo teléfono con cámara, rechazado por obsoleto en algún lugar más próspero. Luego llegó una cámara digital compacta y, más adelante, una cámara de vídeo de mano y una de fotos profesional. Y junto a esta evolución tecnológica, la técnica: iluminación, montaje, maquillaje, efectos especiales... Todo en las películas de Víctor está hecho con medios artesanales y conocimientos basados en la práctica.
Sus vecinos, por supuesto, no se pierden un estreno, emocionados de verse como intérpretes y de presenciar lo que nunca creyeron posible: que su pueblo salga en la gran pantalla. E incluso, esto último es quizás lo que más emociona a Feliciana, se han animado a dar rienda suelta a su creatividad explorando nuevos lenguajes artísticos.
Después de este vídeo ya os habréis dado cuenta de que Feliciana no se fue hasta el Cauca a conocer a Víctor González, aunque le hubiera gustado porque le debe una visita a su amigo Mauricio, que también vive por allá. Lo conoció – a Víctor, no a Mauricio– a través del documental colombiano Hecho en Villapaz, dirigido por María Isabel Ospina y con otra mujer, Maritza Rincón, como productora.
Esta película, de la que a Feliciana salió contenta, emocionada y enormemente motivada, fue una de las seleccionadas por el Festival de Cine Invisible "Film Sozialak", que se acaba de clausurar en su ciudad, que es Bilbao. Y aunque por aquí no aparece en el palmarés, para disgusto de Feliciana, en Colombia se ha llevado ya varios premios y alguna que otra alegría, como que Víctor González reciba apoyo en posproducción para alguno de sus proyectos.
Esta película, de la que a Feliciana salió contenta, emocionada y enormemente motivada, fue una de las seleccionadas por el Festival de Cine Invisible "Film Sozialak", que se acaba de clausurar en su ciudad, que es Bilbao. Y aunque por aquí no aparece en el palmarés, para disgusto de Feliciana, en Colombia se ha llevado ya varios premios y alguna que otra alegría, como que Víctor González reciba apoyo en posproducción para alguno de sus proyectos.
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